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Distinguido Comité Árabe de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Coreano para el “Fórum Internacional en apoyo a la lucha justa del pueblo coreano por la defensa de la soberanía y la paz”

Distinguido Comité Árabe de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Coreano para el “Fórum Internacional en apoyo a la lucha justa del pueblo coreano por la defensa de la soberanía y la paz

Es el derecho y deber de la República Popular Democrática de Corea defender su soberanía, integridad territorial y salvaguardar a su población de las amenazas imperialistas de Estados Unidos y sus lacayos

Cada cierto tiempo, la República Popular Democrática de Corea debe hacer uso de su legítimo derecho a la autodefensa al emprender ejercicios en el ámbito de la defensa militar y a la movilización general popular para estos menesteres, los cuales se enmarcan en los derechos inalienables de todos los países, asunto que incluso la ONU lo estipula.

No cabe ninguna duda que estos hechos surgen de los continuos intentos de los Estados Unidos, como mal perdedor de la guerra contra el pueblo coreano, que recurra a roces y hostigamientos prolongados anti RPD de Corea junto a sus lacayos para perpetrar provocaciones en el plano militar, no limitándose en sus acciones belicistas enmarcadas en una agenda para intentar someter al pueblo coreano a sus deseos y caprichos tiránicos.

Estados Unidos pone a su disposición a regímenes que han intervenido para mostrar una falsa “unanimidad” o bloques que obedecen a las directrices internas de sus propósitos, para inflar apoyos que solo están cimentados en los intervencionismos cómplices a través de sus contactos subterráneos para tales acciones, lo que se refleja en dependencias como las que sostienen al interior del sistema que han impuesto en el sur de Corea, transformándolo en un muerto a control remoto. De esta forma, Estados Unidos concreta su agenda por medio de su brazo disfrazado para efectuar ejercicios militares provocativos contra la RPD de Corea, pues la República de Corea solo es un títere digitado desde Washington, una entelequia.

Como pueblos solidarios, en este caso, chilenos, apoyamos y confiamos vivir en un mundo donde prevalezca la justicia social y la paz, sin imposiciones económicas ni políticas, así como sin sufrir agresiones ni guerras, por lo que naturalmente en esta posición, anhelamos que otros pueblos no tengan tales presiones, como sí ocurre por parte de los Estados Unidos hacia la República Popular Democrática de Corea, país que debe hacer frente a las amenazas, sanciones, boicots, bloqueo y continuas intrigas a manos de los imperialistas norteamericanos, quienes recurren al chantaje y roces, como los ejercicios que desarrolla contra la RPD de Corea.

Luego de sus pérdidas estrepitosas contra la RPD de Corea, Estados Unidos ha adoptado una conducta imprudente y belicista en lo absoluto, contrario a las aspiraciones de los pueblos del mundo llevando mensualmente y durante todo el año su política imperialista y de intervencionismo contra la RPD de Corea, lo que la sitúa en su búsqueda permanente por perfeccionar sus sistemas defensivos, lo que es tergiversado por la maquinaria propagandista norteamericana y pro norteamericana, para desprestigiar los niveles defensivos de la RPD de Corea, mostrándola en sus medios cooptados como el agresor, hecho que se puede constatar en los propias matrices de opinión de Estados Unidos, y en el “copy paste” de medios lacayos, que ladran al unísono con lo que les dictan sus amos norteamericanos, disfrazándolos de “analistas”  o “comentaristas”, pero no son nada más que activistas de Estados Unidos. De seguro les acomodan luego con jugosos salarios y estipendios para tales hábitos.

Estados Unidos continuamente viola la soberanía de los demás países, prueba de ello es el sistema que impusieron a sangre y fuego contra los deseos del pueblo chileno al financiar, guiar y perpetrar un golpe de Estado anti democrático, derrocando por este medio al gobierno popular del entonces presidente Salvador Allende, mártir de la causa popular chilena, y es a lo que se dedica Estados Unidos para obtener sus objetivos de dominación mundial para extraer riquezas ilimitadas y enriquecerse ilícitamente, gracias al robo y la destrucción de sus enemigos ideológicos, y donde no perpetra golpes militares, lleva la guerra directa al no encontrar lacayos que sigan sus órdenes. No hay país en el mundo donde no haya financiado un golpe de estado, y el único que no ha sido el caso es el propio Estados Unidos.

La Península de Corea no se salva a esta lógica demencial del imperialismo norteamericano, donde financia a la pandilla rebelde que sigue sus edictos para tratar de dejar sometido todo el territorio coreano bajo las órdenes y caprichos de los Estados Unidos.

Esto constituye una situación de extremo peligro, donde podría estallar una confrontación directa, donde es necesario establecer alianzas mundiales con otros países para darle seguridad y mesura internacional, tal como lo ha concretado el gran Líder su Excelencia Kim Jong Un en la reciente visita del presidente ruso, Vladimir Putin, quienes han puesto un paro abierto a las intenciones imperialistas y un peligro de guerra, llevando nuevamente la garantía de paz al mundo.

Se han cerrado las posibilidades y bravuconerías gratuitas a las que estaba acostumbrado Estados Unidos con sus ladridos y amenazas, cerrando un ciclo anti RPD de Corea y abriendo se la era de la paz para los pueblos mediante este tipo de alianzas populares internacionales, dejando a los fracasados ideológicos en el tacho de la basura histórica.

Es así como cobra relevancia para los pueblos del mundo la necesidad del apoyo al coreano para seguir activamente su firme avance triunfal por la causa de la independencia internacional y del antiimperialismo, lo que entrega herramientas en pos de la paz y estabilidad gracias a la impecable gestión del querido camarada Kim Jong Un, quien abre el camino a los pueblos que buscan el desarrollo social desde la óptica antiimperialista, en la cual cuenta con nuestro apoyo, en tanto chilenos.

Sin embargo, no hay que confiarse en que los imperialistas se volverán sanos de la noche a la mañana, o que renunciarán a sus aspiraciones dominacionales, sino sus bases militares se transformarían en centros de comida para los pueblos, eso no será así. Hay que denunciar el belicismo norteamericano sin cesar ni ser complacientes o ingenuos. El imperialismo no renunciará a sus pretensiones de dominación totalitaria, nunca.

Una de esas vetas de peligro lo vemos en la Península de Corea, y como muestra tenemos las bases militares y la presencia de nada menos que 40 mil tropas, transformando al régimen sureño de Corea en un apéndice de Estados Unidos, tratando de mostrarlo como un ente independiente, y sus maniobras militaristas se harán con igual o peor imprudencia, siempre provocando y tratando de activar su industria bélica, que es la que está en el poder político de Estados Unidos, llevando nuevos y peligrosos capítulos de guerra contra la RPD de Corea, por lo que se justifica más que nunca el disuasivo nuclear antiimperialista, lo que traerá mesura internacional y garantía de paz mundial.

La victoriosa y gloriosa República Popular Democrática de Corea es un faro de esperanza con su potente brazo nuclear, el que puede golpear el seno del imperialismo y capitalismo mundial, fumigando las vanas esperanzas de los amantes del dinero, pero apoyando a quienes buscan la independencia, igualdad y la justicia social en el mundo, por lo cual situarse junto a la República Popular Democrática de Corea es un deber moral, ético y de noble humanidad cada vez mayor.

Por Manuel Arismendi Poblete, Delegado Oficial Asociación de Amistad con Corea, KFA Chile.

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